Un "septiembre rutilante de flores y fragancias"

"Pido la venia" a nuestra pregonera, mi querida Inma, porque voy a parafrasearla a lo largo de este artículo pues, de forma anticipada, "vino a anunciar" con sus palabras lo que hemos podido disfrutar a posteriori, que este mes ha vuelto a ser un "septiembre rutilante de flores y fragancias", un  mes en el que "las Mercedes de María" han venido derramándose a lo largo de estos días sobre los corazones genovevos, completando un mes histórico en nuestra vida de Hermandad.

Todo se inició con la vuelta deseada y anhelada de la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo, cuya restauración ha sido magníficamente realizada por uno de nuestros hermanos, Fernando José Aguado. "¡Qué fortuna la tuya, hermano, que le cuidaron tus manos en tu casa!...¡Que tus mimos recibió cada día, cada mañana!..." Volvió a casa "el lirio más amado" por nuestra Madre Coronada. El rostro del "Siervo sufriente" fue contemplado por un reguero interminable de corazones ávidos de miradas y felices de su presencia. "El barrio de no-madeja-do" fue testigo de la recuperación de la verdadera luz de esta maravillosa imagen tallada por José paz Vélez.  Y la "Ciudad que te sueña", Mercedes, penetró en nuestros oídos como dulce melodía, para mostrarnos y recordarnos nuestras "genovevas maneras".

Sin apenas descanso, celebramos nuestra fe durante el Triduo a Nuestra Señora de las Mercedes, animado de forma magistral por nuestro predicador, D. Laureano Sevillano, quien ha pasado dejando un mensaje ya pregonado a la juventud: "¡Ojo a estos jóvenes, que son nuestro presente y nuestro futuro!...".

Pero el colofón de este septiembre histórico lo protagonizaron unas elecciones generales a Hermano Mayor que han simbolizado el cierre de un ciclo que pretendió una búsqueda de la esencia genoveva (la de "aquellos que peinan canas, que son nuestro origen, nuestra vida, pasado, presente y futuro") y que ha sido refrendado mayoritariamente por los hermanos.  Un ciclo que como tal, vuelve una vez más al punto de retorno para rebautizarse de dicha esencia, tomar impulso y continuar tras la sombra del Nazareno, "sobre los piés, siempre de frente".

Y todo ello en un día grande de nuestra Hermandad, en el que todos vuelven al "Barrio de las Hijas de Jerusalem" para acogerse bajo el manto de Ntra. Sra. de las Mercedes Coronada, y regalarle una flor y 1 Kilo de alimento para paliar el hambre real de nuestros hermanos, los que "la coronaron" durante toda su vida "con su amor". 

"Sevilla nos espera así,

como cada Lunes Santo espera recibir

al más humilde entre los cautivos,

 a la más hermosa de las madres.

¡Bendícenos, Señor Cautivo!

¡No nos dejes, Madre mía!"